El cerdo es uno de los animales más consumidos y mejor aprovechados del mundo. Dice el refrán popular que de él se aprovecha todo, hasta los andares. Su carne es precisamente la base del mejor chorizo elaborado en La Rioja. Carne y tocino de magro de cerdo, tripas, pimentón, sal y ajo son los ingredientes de un producto que destaca por su calidad y por su sabor.

Un animal con millones de años de historia a sus espaldas

La aparición del cerdo se sitúa en la Era Terciaria, aproximadamente 30 millones de años antes del nacimiento de Cristo. En aquella época, estos animales comenzaron a deambular alrededor de los campos donde se asentaban los primeros pobladores que comenzaban a dedicarse a la agricultura y husmeaban su basura. Así comenzó su captura, domesticación y el aprovechamiento de su carne como base de la alimentación humana.

A Europa llegaron desde Oriente Medio, de la mano de pueblos que, desde estas tierras, expandieron la agricultura y la ganadería hasta nuestro continente. La cría del cerdo tuvo un gran éxito también en Asia, por donde se extendió desde China.

Un paisaje de dehesas

Hablar de cerdo ibérico nos obliga a pensar en dehesas. Su historia y su evolución están ligadas a la bellota y a las dehesas que jalonan el territorio español. Aunque no todo ha sido un camino de éxitos.

Hasta mediados del siglo XX, el cerdo ibérico era un animal de abasto y sus productos derivados no tenían una consideración especial. Los productos del cerdo ibérico fueron siempre estimados, pero no tuvieron una cualificación especial hasta la segunda mitad de los años sesenta.

Jamones, paletas y embutidos contribuyeron a cambiar esta tendencia y permitieron revalorizar el cerdo ibérico.

Un consumo extendido por el mundo, con excepciones

Actualmente la carne de cerdo es una de las más consumidas en todo el mundo y este es uno de los animales mejor aprovechados. De él se utiliza casi todo el cuerpo, así como muchos de sus subproductos: jamón, chorizo, panceta, morcilla, tocino, paté, etc.

Sin embargo, no para todas las culturas significa una fuente de alimento. Los antiguos egipcios junto con los fenicios, etíopes e hindúes, así como en las religiones judías y musulmana repudian a este animal como alimento.

Un alimento clave en la dieta española

En España, el cerdo es una pieza clave en nuestra alimentación y en nuestra economía.

Cada mes de noviembre, une a familias enteras en la tradicional "matanza", que suele celebrarse en fechas cercanas a la festividad de San Martín. Una vez sacrificado el animal, se descuartiza y preparan los tradicionales jamones, morcillas, chorizos… para consumirse hasta el próximo invierno.

Precisamente España es uno de los mayores productores de carne de cerdo en todo el mundo, junto con China, Estados Unidos y Alemania.

El chorizo riojano, símbolo de calidad y de tradición

Una de las formas más habituales de consumirlo es embutido, en salami, salchichones, morcilla o chorizo.

El chorizo riojano es un buen ejemplo de ello. Con su característico aspecto en forma de sarta o herradura, es el máximo exponente de la tradición charcutera de La Rioja. Elaborado siguiendo un proceso artesanal, garantizado por la IGP Chorizo Riojano, este producto es sinónimo de sabor, calidad y tradición y forma parte de nuestra cultura desde hace cientos de años.